… cuando el ego desaparece, cuando aprendí de mis enseñanzas kármicas, cuando tienes la libertad de hablar desde tu corazón, sin miedos… sin esperar que nadie te aplauda y sin importarte si pueden juzgarte, opinar de ti… cuando hablas desde lo que sientes te tomas la libertad de ser sincero contigo mismo, cuando así sientes y sabes quién eres, puedes contar tu verdad, decir que ahora, en este justo momento me siento un ser feliz, pleno de amor, que se quién soy y porque estoy aquí, sé que soy de allí pero resido aquí, sé que mi labor está empezando justo en mi forma actual de vivir, sé que soy la presencia de Dios, como yo lo siento, en acción, este Ser Uno, se que Él utiliza mi cuerpo en la ayuda a los demás, sirvo de canal, fluyendo Amor y que Él se cuida de darme aquello que le puede hacer falta a cada Ser en cada uno de sus momentos para su sanación y alivio...
Sé que si amamos a nuestras células, estos millones de seres creados por Él que llevamos en nuestro interior, con vida propia, que me aman y esperan mi cariño, este cuerpo maravilloso que me dieron en esta encarnación, que puede hablar, ver, oír, amar y vivir con la mano extendida en la ayuda… siempre estará sano y pleno de Luz y Amor…
Sé que si amamos a nuestras células, estos millones de seres creados por Él que llevamos en nuestro interior, con vida propia, que me aman y esperan mi cariño, este cuerpo maravilloso que me dieron en esta encarnación, que puede hablar, ver, oír, amar y vivir con la mano extendida en la ayuda… siempre estará sano y pleno de Luz y Amor…
Si amo a la naturaleza, si respeto y hablo con los animales, con los arboles, las plantas, las rocas, le estaré dando cariño a mi planeta, sé que me he de disculpar ante él, ante el planeta, por no haberme dado cuenta hasta hoy de la grandeza que significa haber encarnado en él, poder disfrutar del mar, de las montañas, los campos, pode oír cantar los pájaros, poder vivir el momento viendo como el aire silba entre las ramas de los arboles, disfrutar del silencio de los lugares más sagrados de este planeta… que placer, que sensación de inmensidad, que agradecido estoy a Dios por dejarme dar cuenta de lo maravilloso que nos dio, de lo grande que es poder disfrutar con amor de su regalo...
Ya Jesús y Buda lo dijeron, ellos tuvieron este sentimiento nuestro, se dieron cuenta del porque de sus vidas y compartieron sus enseñanzas, su aprendizaje... Sanaron, hablaron, contaron sus experiencias en la meditación, nos llevaron al camino del Amor Universal, los dos en el mismo sentimiento y con sus experiencias paralelas, cada uno en su momento, cada Uno en su sentir y en su forma de compartirlo, nos enseñaban a amarnos, a querer lo mejor para todos los seres sintientes, a buscar nuestra felicidad y compartirla, nos allanaron el camino para que fuéramos capaces de seguir donde ellos lo dejaron, en la iluminación, y poder alcanzar el séptimo cielo, desde nuestro despertar y nuestro comportamiento…
Este sentimiento me inunda, es algo que no se puede explicar, solo es necesario sentirlo, cada uno cuando le toque, cuando sea su momento, ya estamos en el cambio y ahí vamos, solo dejar fluir, ser correctos en nuestra forma de vivir, estar alegres, despiertos, atentos y en conciencia de nosotros y nuestro qué hacer…
Gracias por estar aquí, por estar en mi compañía, gracias por permitirme dirigiros mi palabra y por escucharla.
Desde la humildad… Desde El Amor, desde el cariño que os tengo… os doy este abrazo que nos une a todos, ser felices y vivir en plenitud, os quiero...
Namaste hermanos
Francisco Javier
Jamyang Samten
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