“Desde
el punto de vista de alguien que busca la iluminación, es de lejos mucho mejor
ser humano que haber nacido incluso en los cielos de los dioses, donde hay
néctar para vivir y todos los deseos son hechos realidad por el árbol que todo
lo concede; donde no hay ni fatiga ni dificultades, ni enfermedad ni vejez.
Es
como humanos, poseedores de las ocho libertades y los diez dones, y no como
dioses, que cada uno de los mil budas de esta era ha alcanzado, o alcanzará la
iluminación. Esta existencia humana, es más, no se alcanza por la fuerza ni por
mera casualidad; es resultado de acciones positivas. Y ya que es tan raro que
un ser practique acciones positivas, no cabe duda de que una preciosa
existencia humana es algo difícil de obtener.
En
cualquier caso, ahora ya hemos conseguido nacer en ese estado; hemos encontrado
el Buddhadharma, hemos entrado en el camino y estamos recibiendo enseñanzas.
Pero si no somos capaces de practicarlas, simplemente escuchar esas enseñanzas
en sí mismo no nos va a liberar del Samsara, y no será de ayuda cuando nos
encontremos con los sufrimientos del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la
muerte. Si no seguimos los consejos del médico cuando estamos enfermos, incluso
que el médico esté sentado a nuestro lado todo el tiempo, los dolores no se
irán”.
Su
Santidad Dilgo Khyentse Rinpoche
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