La
meditación budista...
Hoy
en día a la práctica de la meditación se confunde con una gran variedad de
distintas actividades. Algunos piensan tiene como objetivo la relajación del
cuerpo y de la mente. Otros la conciben como un medio de imaginación creativa,
orientada a conseguir maravillosas posesiones, buenas relaciones
interpersonales, fama o poder. Aún otros piensan que su meta es poner a la
mente en blanco, vaciándole de todo su contenido conceptual. Sin embargo, la
meditación tiene poco que ver con sentarse en la postura de la flor de loto con
una espalda erguida y con una expresión de santidad en nuestras caras.
La
meditación es finalmente una actividad mental. Aún si nuestros cuerpos se
encuentran asentados en una perfecta postura, si nuestra mente se ve dominada
por el letargo, la excitación o la extrema ideación, no se está meditando. En
este escenario la conciencia tan sólo se encuentra siguiendo sus patrones
aflictivos habituales, tales como la confusión, el apego o el enojo. La meditación
tampoco es meramente un estado de atenta concentración, tal como el que
expresamos al leer, conducir, cocinar o desempeñar cualquier otra actividad de
nuestro interés cotidiano.
Tampoco
se le puede reducir al mero cultivo de la atención presente.
La
palabra tibetana para meditación es “goma”, la cual comparte la misma raíz
verbal que la glosa empleada para expresar la noción de “habituar” o
“familiarizarnos” con algo. Por ello el objetivo y genuino significado de la
meditación no es otro que el de habituarnos a la experiencia y expresión de
emociones, actitudes y estados mentales positivos, realistas y benéficos. Así,
a la meditación se le utiliza primariamente para transformar a nuestros
pensamientos en puntos de vista más compasivos, amorosos y concordantes con la
realidad.
En nuestro mundo actual plagado de esotérica y satisfactores inmediatos, atendamos hoy más que nunca a la vieja advertencia de los contemplativos tibetanos: “El que cultiva métodos fantasiosos obtiene finalmente resultados fantasiosos”
así que ¨goma¨ habituarnos a la experiencia y expresión de emociones, actitudes y estados mentales positivos, realistas y benéficos.
ResponderEliminarla verdad es que en mi cabeza resuenan un montón de voces erróneas y de sentimientos no muy positivos normalmente y se que se hace "callo" por llamarlo de alguna manera, que cuanto mas refuerzas actitudes positivas mas fácil es estar en una actitud positiva, pero por que nos es tan fácil estar en una actitud destructiva? estoy pensando muy seriamente hacer meditación... quiero salir de ese estado que a veces me hace una vida muy amarga.
Muchas gracias por lo que publicas y un saludo para el blog!