The New York Times
23 de junio de 2011
Una sociedad altruista es aquella en la que no sólo nos preocupamos por nosotros y nuestros familiares más cercanos, sino por la calidad de vida de todos los miembros actuales de la sociedad, mientras que permanecemos conscientemente atentos del destino de las generaciones venideras.
En particular, tenemos que hacer progresos importantes con respecto a la forma en que tratamos a los animales: como objetos de consumo y productos industriales, no como seres vivos que luchan por su bienestar y que quieren evitar el sufrimiento. Cada año, más de 150 mil millones de animales terrestres son asesinados en el mundo para el consumo humano, así como cerca de 1.5 trillones de animales marinos. En los países ricos, el 99% de estos animales terrestres son criados y sacrificados en granjas industriales y viven sólo una fracción de su expectativa de vida. Además, de acuerdo con las Naciones Unidas y los informes de la FAO sobre el cambio climático, la producción ganadera es responsable de una mayor proporción (18%) de las emisiones de gases de efecto invernadero que la totalidad del sector mundial de transporte. ¡Una solución podría ser comer menos carne!
Como el Dalai Lama señala a menudo, la interdependencia es una idea central del budismo que nos lleva a un entendimiento más profundo de la naturaleza de la realidad y a una consciencia atenta a la responsabilidad global. Dado que todos los seres están interrelacionados entre sí, todos sin excepción alguna, quieren evitar el sufrimiento y alcanzar la felicidad; esta comprensión es la base para el altruismo y la compasión. A su vez conduce naturalmente a la actitud y a la práctica de la no violencia hacia los seres humanos y a los animales … y hacia el medio ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario