Mediante las frecuencias sonoras contenidas en la música podemos modificar el funcionamiento de un ser vivo, dicho de otra forma, sanar y mejorar el cuerpo humano. Los antiguos pueblos y civilizaciones conocían el poder de la música y el sonido, sin embargo, alguien se ha ocupado de enterrar y ocultar este poderoso conocimiento cambiando la frecuencia de la música desde los 432 hz originales a los actuales 440 hz, descubramos cuándo y por qué y recuperemos la música para la salud y la conciencia humana.
Como
elemento integrante de nuestro Universo, el cuerpo humano está compuesto por
células, las cuales a su vez se componen de átomos, estos átomos interactuan y
operan en base a la energía recibida, lo cual incluye la energía producida por
las ondas sonoras. Los 432 hertzios sonoros oscilan y vibran sobre los
principios de la propagación de ondas armónicas naturales y se unifican con las
propiedades de la luz, el espacio, la materia, la gravedad y el
electromagnetismo. El Sol, Saturno, la Luna y la Tierra exhiben proporciones
matemáticas del número 432. Un concierto en frecuencia 432 hz puede tener
profundos efectos positivos sobre nuestra conciencia y sobre nuestro cuerpo
celular. Resintonizando los instrumentos musicales a 432 hz en lugar de los
actuales 440 podemos sentir la diferencia de conectar la conciencia a la
resonancia natural.
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