Alcanza el
vacío sin deseos, observa el silencio hasta alcanzar la plenitud de todo cuanto
viene a la existencia, contempla su retorno.
Todas las cosas crecen
agitadamente, pero luego, cada una se vuelve a su esencia.
Volver a su esencia
es hallar la paz.
Obtener la paz es volver al origen.
Volver al origen es
conocer la eternidad.
Conocer la eternidad es la iluminación.
Expande tu
conciencia más allá de la ilusión de lo aparente.
En esa luz, la importancia de
cada cosa se te revelará.
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