En ocasiones los practicantes de meditación son acusados de estar demasiado enfocados en sí mismos, de regodearse en una introspección egocéntrica y el de no preocuparse por los demás. Pero no podemos considerar como egoísta un proceso que tiene como meta el erradicar la obsesión con el “yo” y cultivar el altruismo. Esto sería como recriminar a un aspirante a doctor por pasar años estudiando antes de comenzar a practicar la medicina.
Hay un gran número de clichés circulando acerca de la meditación. Permítanme aclarar que la meditación no es un intento para desarrollar una mente en blanco a través de bloquear los pensamientos – lo cual es imposible de cualquier manera. Ni tampoco es el simple proceso de relajación con el cual suspendemos temporalmente los conflictos internos en un estado vago y amorfo de la consciencia. No tiene mucho sentido el descansar en un estado interno de desconcierto. Efectivamente, existe un elemento de relajación en la meditación, pero está asociado al alivio que viene de dejar ir las esperanzas y los miedos, los apegos y los caprichos del ego que continuamente alimentan nuestros conflictos internos.
De la edición de Septiembre 2010 de Shambhala Sun “Como Meditar”.
Extractos tomados del libro “El Arte de la Meditación” de Matthieu Ricard, publicado por Ediciones Urano © 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario