10/11/11

Existo, luego pienso... - Teresa B.

Sal de tu mente y sumérgete en el vacío significativo.

Nada significa nada.

Todo significa lo que tú quieras que signifique.

Y si eso es así. Si tú tienes la libertad de inventar a cada momento un nuevo significado, puedes decirle a tu mente que te acompañe en este nuevo viaje al vacío, al punto cero.

Puedes decirle que desaprenda lo aprendido con sufrimiento.

Puedes decirle que ya no necesita creer en nada. Porque nada es verdad o mentira. Porque tu nuevo ser ya no necesita posicionarse a favor o en contra de nada.

Sal de tu mente y observa millones de nuevos significados para los mismos actos, los mismos gestos, las mismas palabras.

Coge a cada instante aquél significado que vibre con tu existencia, aquél que no te constriña, aquél que no te limite, aquél que sabe de ti a pesar de las imposiciones de tus locos pensamientos, esos pensamientos que circulan desasosegados por la falta de una u otra doctrina.

Y Existe a pesar de tu intelecto domesticado.

Que justo antes de nacer no sabías nada y, sin embargo, tenías todo lo que necesitabas.

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